sábado, 27 de junio de 2009

Y de lo mío? Qué hay de lo mío?

Pues te diría lo que dijo La Montaigne "Quien de alguna manera no vive para los demás no vive para sí mismo". Si no eres capaz de poder ver que solo creciendo en los demás creces en tí mismo es que eres el tipiquillo egoista.

Hace poco una buena amiga, me dijo que "era demasiado empática", que tal vez era un "problema por exceso". Qué maravilla!! Solo unos días a su lado me bastan para saber que no puede haber exceso en empatía -aunque a veces pueda aparentar auto-anulación, no es así- Lástima de paso del tiempo, mientras la escucho pediría que se parara...

A ella para que valore más su maravilloso y precioso "exceso de empatía", y para el que lo necesite, para que aprenda un poquito de ella y sea más "empático" os escribo, esta mañana increible de malos olores y benditas voluntades desde su rincón de St Louis, en Senegal, sobre lo que pienso de la relación que debe haber entre tú mismo y los demás desde el plano práctico de esa empatía que a mi amiga a veces le parece "excesiva".

"Hemos nacido para unirnos con nuestros semejantes y vivir en comunidad con la raza humana". Aristóteles.

La empatía, que está en la base de nuestra civilización y humanización, es relativamente joven. La empatía está en el origen de toda acción humana bondadosa, solidaria y madura, y es la raíz de todas las virtudes y valores humanos, pero necesita de un cultivo permanente, puesto que convive con el paleocórtex del simio agresivo que todavía sigue dentro de nosotros y pugna por dominarnos.

"La risa es como un chaleco antibalas: nos protege de las emociones negativas y de las embestidas de la enfermedad" Norman Cousins

La empatía o "capacidad de ver al otro tal como él se ve y ponernos en su lugar" es la que nos convierte en arquitectos de nosotros mismos, para salir del yo al tú, aceptarlo, sentir desde sus sentimientos y circunstancias, comprenderle, amarle, desearle felicidad y procurársela si es posible. En definitiva ayudarle a construirse con nuestro afecto, que no es otra cosa que trabajo en beneficio de otro -te suena amiga mía?- Pero ese trabajo en pro de los demás exige ser empáticos y constituye el ejercicio psiquico-espiritual más humanizante y autorrealizador, más autoconstructivo desde el punto de vista humano.

Es la empatía la que hace posible la socialización, porque ayuda al yo a humanizarse, a enriquecerse y a lograr una convivencia mutuamente constructiva y gratificante con el tú, y de ahí llegar al nosotros social del todos para todos.

La empatía no es lo mismo que la simpatía. Ésta consiste en tener los mismos sentimientos que el otro, mientras que la empatía es ver al otro como él mismo se ve y ser capaces de contemplar las cosas desde su propia óptica.

Los beneficios de la empatía, entre otros, son: el primero, potencia nuestra capacidad de dialogar y respetar la opinión de los demás. El perspectivismo de Ortega y Gasset se basa en la empatía o capacidad de "ver la misma verdad desde cada perspectiva" Por ejemplo, cómo vemos la sierra del Guadarrama desde Madrid o desde Segovia. La misma realidad ofrece visiones y perspectivas distintas. Al dialogar y opinar sobre cualquier tema, deberíamos tener siempre presente el perspectivismo de Ortega y entender que cada persona habla desde su perspectiva, su carácter, sus circunstancias, y su estado emocional. En familia, en la empresa, con los amigos, siempre que se discute u opina sobre algo, saber escuchar para poder dialogar son habilidades que precisan de la empatía.

"El humor y el amor son los componentes fundamentales de una vida sana" Match Adams -yo añadiría, además, un mucho de sexo sano y "empático"-

La empatía nos lleva: al conocimiento del otro, a una mayor sensibilidad altruista, a la capacidad del afecto y del amor, a la aceptación incondicionada del otro, que significa aceptarle como es sin deformarle con nuestras valoraciones y "valores"

La empatía, por otra parte, facilita la actitud no directiva en el sentido de no juzgar. Esta actitud de escuchar y no juzgar reporta grandes beneficios psicológicos al otro, ya que activa su libertad, que le conduce a aprender de sus errores y aceptarse a sí mismo. También le lleva a asimilar valores.

Otras capacidades de la empatía son:

-Eliminar actitudes defensivas y de ataque y potenciar las receptivas y de aceptación. El otro no te considera una amenaza y se vuelve receptivo
-Favorecer actitudes demócratas frente a actitudes totalitarias
-Entrar en sintonía con todo lo creado y sensibilizarnos y hermanarnos como san Francisco de Asís con nuestros hermanos menores los animales, la naturaleza, y el mundo

"En esta vida, tú eres la única persona que puede hacerte feliz. La responsabilidad es solo tuya" La Roche. Deja de echar la culpa a lo que te rodea, a los que te rodean, deja de lloriquear, tipiquillo!

Las aplicaciones de la empatía son incontables, pero me referiré a las más mundanas y cotidianas, tal vez por su practicidad:

-Desde un plano autogógico, "a ti no te curan, te curas tu mismo". Tienes todos los materiales para construir tu vida
-En las relaciones humanas, porque la persona empática sabe respetar, valorar y tratar a los demás sin herirles, sin compararles de forma desfavorable permitiendo que cada cual desarrolle su personalidad y valores con libertad y en plenitud
-En la educación y formación de personas, no sólo por la necesidad de sentir y pensar desde lo que siente y piensa el educando, que es fundamental, sino para seguir siendo realista y humilde y con capacidad pra continuar educándose a uno mismo
-En la convivencia, tanto en familia y en las relaciones laborales y con los amigos. En todas ellas es fundamental respetar al otro, valorarle, dejarle tener su propio espacio, no juzgarle, permitirle ser él mismo y ponerle con nuestra actitud en disposición de escucha y aceptación...
-En actividades y trabajos en los que la iniciativa personal y la capacidad de entrega y decisión son fundamentales: catástrofes, momentos de riesgo, y situaciones límite en general
- En actividades grupales en las que la individualidad debe ponerse al servicio de la colectividad y del grupo y es necesario creer en el otro, confiar en sus capacidades y haerle sentir capaz, valioso y eficaz, sin recelos ni envidias que pudieran hacer peligrar su éxito y crecimiento personales, que es en definitiva consecuencia de la sinergia de todos para todos y para un mismo fin
-En Cooperación, Acción Humanitaria, altruista y social -he visto y oido falta de empatía estos últimos días por aquí, en un terreno en el que su ausencia es una verdadera calamidad y trampa- En estas profesiones la capacidad de ayuda a los demás y de generosidad sin condiciones es primordial, y la empatía se presupone como actitud y como constante, cuando lo normal va a ser dar más que recibir -en qué entrevista de trabajo para cooperación dejan de preguntarte por el árbol de objetivos para centrarse en lo que verdaderamente importa: cómo es la persona, qué nivel de empatía tiene?-
-Para garantizar el éxito en cualquier meta u objetivo importante, porque la empatía siempre camina junto a la autoestima -la propia y la de los demás-, la autoconfianza, la autodisciplina eficaz, que son las condiciones básicas de la eficacia.

Para terminar te diré a tí -y también a todos esos que no saben lo que es capital humano ni inteligencia emocional-que la autoestima es lo primero y más fundamental, es la hermana gemela del sentimiento de competencia -sentirse capaz-. En esta constelación se encuentran también determinados por la empatía y generadores del éxito otros recursos como el entusiasmo, el trabajo, la sana ambición, la buena y eficaz comunicación, la actitud o disposición positiva, saber capitalizar los fracasos, una tenacidad inteligente, una ética personal y profesional, saber delegar en personas motivadas y valiosas y pensar en los demás no queriendo para uno todo el bneficio del éxito.

Educar en y para la empatía es lo mismo que educar en y para la autoestima, la generosidad, el respeto al otro, la solidaridad y la mayor humanización y socialización del individuo. Debemos redescubrir la empatía, valorarla y potenciarla, y estar orgullosa de élla porque élla no conoce de excesos mi querida gordinflona, muy al contrario es el valor fundamental que nos permite convertirnos en personas y dar el paso definitivo del yo primario, egoísta, tipiquillo y visceral al yo maduro, generoso, con autocontrol. Solo así podremos descrubrirnos y realizarnos en el tú de nuestros semejantes, de forma que consigamos humanizarnos y sociabilizarnos.

Y entonces pienso, podría estar en un sitio mejor y con alguién más empática que tú para poder crecer yo mismo? Gracias por cómo eres, me encanta tener conciencia de lo afortunado que soy con los que me rodean.

"Al verdadero amor no se le conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece" Jacinto Benavente

Partes basadas en los estudios del Dr Tierno.

miércoles, 17 de junio de 2009

Pensamientos y sentimientos en mi muerte

"Mayor es el placer cuanto mejor es el recuerdo. Recuerdos. Qué droga más sublime!

"Sin embargo la angustia me llena todo. Recuerdos. Recuerdo... Tantas cosas!... Que mierda. Sonrío; no, creo que he reido.

"Ya no sé nada. Soy todo confusión. Es posible que sea hoy mi última noche. Su última noche conmigo, también.

"Ni siquiera recuerdo cuánto tiempo llevo así, aquí, sentado, inmóvil, con mi mejor smoking, hundido en el mejor de mis sillones. Solo. Bueno, con la preciosa chimenea que luce como nunca esta noche ante mí. Es mi gran confidente, majestuosa, grande. Siempre iguales ella y yo, privados los dos también de poder ser libres. Libertad... lo único que yo, ni siquiera yo, podré jamás comprar.

"Es curioso. Me recorre por el cuerpo una extraña sensación al ver quebrarse los leños al abrigo de mi amigo el fuego, entrañable familiar que solo bajo su tenue luz las traviesas sombras del gran salón se iluminan y apagan con sombría intermitencia.

Con muy lento y cariñoso cuidado alzo, temblando, mi brazo derecho hasta llevar a mis labios ese néctar líquido de dioses, siempre gozo de sagrado perfume, para acabar de un trago con la última gota de la segunda botella. Doy un gran suspiro y comienzo a luchar con mi nueva aliada, la tercera en esta noche. Estoy muy sudado. Estoy muy borracho. No ansío dormir, solo miro hipnotizado esas ramas que crujen y se retuercen entre las llamas. Bonita paradoja, la escena más magnífica condenada a cenizas.

Me doy cuenta. Esas ramas son yo mismo. Yo, con mi vaso de nuevo vacío, sudado y enfermo, vislumbro la belleza en esta situación. Absurdo? Si. No. Me estoy riendo. No, no es absurdo.

Esos recuerdos... Todos me parecen felices. Todos pasan muy deprisa. Creo que el fín se me está acercando. Es una sensación agradable.

"De nuevo he ganado la batalla, esta vez la última. Como siempre me he reído del mundo. Desde mi silencio me río...

"Oh Dios! Pero estás conmigo hasta el final, mujer? Mi pequeña dama fiel, de rodillas en la alfombra lloras en amargo silencio con la cabeza entre mis piernas. Mi única salvación eras tú, pero de nada me sirve ahora. No la deseo. Alzas tus húmedos ojos, virginales ojos, buscando los míos, esperando quién sabe qué respuesta. Me duele. Mientras, sonríes dulcemente a pesar de todo. Ella me comprende. En lo más profundo, tú me comprendes.

Desvío mi mirada al fuego. La última de las ramas cruje por última vez en la última de mis noches.

"Adios mi pequeña dama, lo último que me inspiraba ya seriedad.

Yo también sonrío.

"Fuí sombra vista en sueños. Cosa de día, cosa de noche. Al fín todos los gozos de la vida los encuentro en la muerte. Al fín mi bella, donde los dones adorables de las musas y de Afrodita se mezclan, la vida se me presenta dulce como la miel"


Escrito por Juan Algar a los quince o dieciseis años como redacción de escuela.