miércoles, 23 de septiembre de 2009

El secreto del amor

Hoy he recibido esta reflexión de mi amigo y maestro Santiago Rupérez desde el otro lado del globo. Como me ha gustado quiero compartirla:

El secreto del amor radica en el conocimiento propio.
Sin un adecuado conocimiento de uno mismo, nunca lograremos establecer las bases de un verdadero amor.
Jesús sabía quien era y por eso pudo amarnos de la forma que lo hizo.
Jesús sabía quien era y por eso pudo ponerse como ejemplo en el amor: “amaos como Yo os he amado”.
Ese Yo que nos ama ha entendido que no es otro sino el Hijo del Padre.
Ese Yo que nos ama es consciente que posee la misma naturaleza del Padre.
Ese Yo que nos ama ha realizado que es Uno con el Padre y con nosotros.
Ese Yo que nos ama sabe perfectamente que no hay dualidad alguna entre el sujeto y el objeto del amor, entre el amante y el amado.
¿Hemos empezado a amar en nuestras alocadas vidas?
¿Hemos empezado a conocernos a nosotros mismos?
Si ignoro quien soy, ¿cómo voy a ser capaz de conocer al otro?
Si ignoro quien soy, ¿cómo voy a ser capaz de aceptarme a mi mismo?
Si no me perdono ni me acepto a mí mismo, ¿cómo voy a ser capar de perdonar y aceptar al otro?
Si no he descubierto aún mi naturaleza auténtica, ¿cómo voy a ser capaz de realizar las obras del amor?
Si no he entendido mi vida propia, ¿cómo voy a ser capaz de entender y respetar la vida de los demás?
Si aún no he aceptado la no-dualidad, ¿por qué tengo que extrañarme de que viva aislado y separado en la fría soledad del único infierno que en realidad existe?: la separación de la unidad de nuestra Vida.
La gracia del conocimiento propio nos llevará a gozar de la vida maravillosa del amor en el UNO.